Desde que comencé la maestría es impresionante cómo aumentó la cantidad de horas de encierro frente a la computadora... la verdad es algo que me impresiona y que en algún punto impacta nocivamente en mi vida.
Definitivamente no quiero pasar más del tiempo necesario frente al mundo virtual porque siento que me trastorna los sentidos frente al mundo real, frente a mis propios ritmos de vida y los de la gente que me interesa... que, en su mayoría son ajenos al ritmo frenético de la vida porteña, frente al cual el ritmo del mundo virtual no tiene demasiada diferencia.
Por esta razón opté por comprarme un cuaderno y escribir allí mis ideas para los proyectos... también porque en ese sentido un blog es muy limitado y no tiene ni ahí la frescura, inmediatez y calidez humana del soporte papel.
Me encanta esto de las artes electrónicas pero siento que necesito más contacto con el mundo físico, tiempo fuera de casa, tiempo bajo el sol, tiempo sintiendo la ciudad y el entorno urbano en que estoy situado... mi habitación es ya de por sí lo suficientemente oscura como para además pasar tantas horas en ella.
Por eso, a quienes esperen ver posteos sobre mis procesos creativos respecto al proyecto, tendrán que quedarse esperando a que decida fotografiar alguna hoja de mi cuaderno para subirla.
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